google-site-verification: google46388f1eb819cd28.html Todo es uno: ternura
Mostrando entradas con la etiqueta ternura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ternura. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de julio de 2018

Ausencias y palabras

Y la vida va
en un son de esperanza...
soñando un poema,
cuando la poesía,
ya vibra,
en el vértice
susurrante
de la pluma.

Las paredes de la libertad,
prisión del alma,
se tapizan de espumas
en el batir de olas
de alas
y de fuego.

Contraída
en el rincón de las ausencias,
el alma
es un volcán
buscando el estallido
fecundo
de gaviotas bajo la aurora.

Ausencias en el silencio,
que silentes reclaman
la ternura airosa
de las palabras.
Acaso,
ellas mismas son
solo palabras
remecidas en el silencio.

Raleadas de sortilegios están
buscando la fortuna
venturosa del amor.

Asimetrías.
El desencuentro
en el espacio de los besos...
Ausencias,
que mueren en el silencio
bajo un atisbo tibio de sol,
y de esperanza.
Juan Carlos Luis Rojas

https://todo-es-uno.blogspot.com/search?q=ausencias

viernes, 4 de mayo de 2018

Promesa de ensueño

Un roce
de tiempo y ternura
en la distancia...
El ensueño
en tus manos,
en las mías...
La luz
de nuestra mirada...
Albor
de brillante día...
El calor
de nuestras palabras...
Instante de florecer,
promesa
de brotes
y verdores
perfumados de pasión.
Se aferraron
a la piel del amor,
cómo verde hiedra,
trepando
en el frescor
de la esperanza.
Pero, ¡ay!
¡tristeza!
El viento
del tiempo
se lo llevó,
a las estrellas
del olvido.
...El tiempo
suele ser
un Sol,
que seca
la bendita lluvia,
y deja huellas 
resecas
en los cañadones...
Desaparecieron
las miradas,
huyeron las palabras,
en lo recóndito
del ayer.
...El tiempo
en la distancia
es un Sol,
que seca
impiadoso
la bendita savia
del amor...
y deja huellas 
resecas
en las almas.
Juan C. L. Rojas

miércoles, 7 de febrero de 2018

Maternidad primera

Es vibración sutil
que emergiendo va/
¡Música fecunda de vida!
en el diapasón de tu vientre.

¡Desde la naturaleza misma
que cuida sus vergeles/
aprendes ternura, madre,
joven madre primera!

Se van multiplicando los sueños
y sentires que acunas celosa
entre los abrazos
y besos de ternura.

Despiertan de tu ser
sorprendentes instintos
que te dicta la sangre.
Y el mapa de la vida
te guía certera en el brote/
del vástago nuevo/
de la nueva flor.

Te rodean, y en ti
fortalezas, protección/
feliz cuidado y cariño.

¡Seas bienaventurada,
madre
y tu naciente candor!

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

sábado, 12 de noviembre de 2016

Estas palabras

Completo ya/    esta cobertura/
    esta amalgama bicolor
        duales sabores del alma.

Silencio hoy estas palabras
    que brotan de sedientas quebradas.
Estas que oran/
    a estrellas escondidas detrás del Sol.
Sol que seca impiadoso
    hasta las piedras incrustadas
        en este celaje malfarial de mi espíritu.

Y no son
palabras para herirte/
    ni para que bajes los ojos
        con el peso de unas lágrimas
    ...son para que sonrías al mirar más allá/
a esa mies
    prolongada en la esperanza
        que abrillanta sus húmedos resplandores
            sobre el verdor matricial de la vida/
                Esta vida mía/
                    tuya/
                que ha hecho manar luces
             de áridos eriales.

El torrente insulso de metáforas
    no puede explicarte
        la vorágine que chispea aquí en mi pecho.

Es sabido
    que congrega rosas de espumas el mar
        tras el batir de sus olas...
            que puedo beber el vino
                si he cuidado la vid...
            Así/
                incipiente se gesta la ternura
                    bajo los prolijos surcos cultivados.
            Lo sé
                he cosechado tus manos/
            tu cuerpo/
                lo sé/
                    ¡Quién sabe
                        si también tu corazón!

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

lunes, 4 de julio de 2016

Florecimiento

¡Mírame! Y que tu mirada estalle en mi... Que vuelque y revuelque de ternuras combatiendo en tu color lo opaco gris de mis dolores. Mírame, con los ojos asombrados del alba rebuscando en mis pasos los brazos de un sueño. Con la ternura complaciente del nido que te espera cuando el tibio azul se nos quite en el abrazo de la noche. Mírame, con la mirada inclaudicable que lanza valiente sus dardos de suspiros y enjoya en su abrazo de luz la planitud de los besos. Mírame, aunque la resignación obligue en retirada al nido donde atesoras tus sueños. ¡Háblame, cántame con tus ojos! la verdad silente que en tu pecho grita, como en un temblor de hojas de un cálido verano, o en los pétalos exultantes, de el incipiente y bravo florecimiento de amar. Autor: Juan Carlos Luis Rojas