Camino,
rodando sobre sangre lenta,
sobre los pasos muertos de la tarde,
sobre las hojas secas,
agrisadas, de vientos inmemoriales.
Camino con la inercia de este andar,
bajo los ralos tallos de esta vejez,
la de los apremios...
persistencias de los olvidos.
Con el sabor en la espalda,
de salares amanecidos...
Camino lentamente,
como en tobilleras de condenado.
Camino,
y acaso no es caminar
sólo inercias en el turbón de las penas,
un resto de carbono en el silencio,
aberración del paisaje
donde aquellos ojos murmuran desesperados
como brazos de auxilio sobre un pantano,
como gritos impotentes en la distancia.
Camino, sobre esta vereda interminable
bajo el vigor de nubarrones
que nos alejan de la esperanza.
Camino sobre la espera
en la incertidumbre de los días
donde prerrogativas del sol decida
si habrá de secar pantanos, acaso,
o si secará la vida.
Ya no sé si camino.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
rodando sobre sangre lenta,
sobre los pasos muertos de la tarde,
sobre las hojas secas,
agrisadas, de vientos inmemoriales.
Camino con la inercia de este andar,
bajo los ralos tallos de esta vejez,
la de los apremios...
persistencias de los olvidos.
Con el sabor en la espalda,
de salares amanecidos...
Camino lentamente,
como en tobilleras de condenado.
Camino,
y acaso no es caminar
sólo inercias en el turbón de las penas,
un resto de carbono en el silencio,
aberración del paisaje
donde aquellos ojos murmuran desesperados
como brazos de auxilio sobre un pantano,
como gritos impotentes en la distancia.
Camino, sobre esta vereda interminable
bajo el vigor de nubarrones
que nos alejan de la esperanza.
Camino sobre la espera
en la incertidumbre de los días
donde prerrogativas del sol decida
si habrá de secar pantanos, acaso,
o si secará la vida.
Ya no sé si camino.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas