En las venas de mi sien
/aletea/
el rito prolongado de nuestros ojos
ojos que vuelan
una vez tras otra
rayando en las caricias/
sublimando acentos
en las preguntas infinitas.
Túneles inquietos/ son los ojos/
túneles que se ensamblan
en cópulas de pasión
vertiginosas tímidas
dulces desesperadas.
Esta vaina oscura/
oscura de dichas/
oscura de cantos silenciosos/
oscura del amor
que discurre en las calles...
se abre a veces
/se rompe/
vertiendo del espíritu
irisada simiente.
La eternidad del dolor
escapando al bálsamo/
escapando a la sed de las heridas/
/escapando/
hacia la curación final de la nada.
Adolecer
que hierve adolescente
en el perpetuo tiempo
de las manos combativas/
/incansable/
candor-candente-del pecho...
luego discordias
entre aurículas y ventrículos.
Mientras tanto
azulino es el sol
que une a las almas
con la negrura del día
y no se encuentran/
no se abrazan
ni piel
ni aliento
ni suspiros.
La oscuridad nos baña
a plena luz del sol.
¿Cuándo caerá
su áspero pigmento
como nieve derretida?...
Cuando nuestros ojos sepan
reposar en otros ojos
cuando entibien nuestros besos
ajena frente
cuando el corazón hable
por fin
sobre el amor.
AUTOR: Juan Carlos Luis Rojas
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