Cuando levantas
el arco feliz
sobre tus ojos,
y me miras con el alma...
con la complicidad oculta
bajo tus cejas de asombro...
Me ofrendas,
¡sin quererlo acaso!
ese deleite vivo,
que a pasos de misterio
desciende
y cruza
en tibieza
por lo tenue azul
por lo breve y suficiente
que te cubre...
Y cuelgas en mi corazón
la bravura de lo bello
en el poder de lo humilde,
azuzando
oleajes en mi sangre,
que alborotada,
y sin intensión,
en el tesón de su instinto,
desparrama nutrientes
en plácidos rincones
por el fértil erial
de mi cuerpo.
Fresca y exultante,
con tus muslos
de porcelana vibrante
me enfrentas...
Y me desafías
con tu azules géneros,
que inútiles están
para mis ojos,
que te descubren
y redescubren
en la pureza de natura,
de tu ser
en su corpórea esencia,
y deleite
que en plácido azul,
hoy me ofreces.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
el arco feliz
sobre tus ojos,
y me miras con el alma...
con la complicidad oculta
bajo tus cejas de asombro...
Me ofrendas,
¡sin quererlo acaso!
ese deleite vivo,
que a pasos de misterio
desciende
y cruza
en tibieza
por lo tenue azul
por lo breve y suficiente
que te cubre...
Y cuelgas en mi corazón
la bravura de lo bello
en el poder de lo humilde,
azuzando
oleajes en mi sangre,
que alborotada,
y sin intensión,
en el tesón de su instinto,
desparrama nutrientes
en plácidos rincones
por el fértil erial
de mi cuerpo.
Fresca y exultante,
con tus muslos
de porcelana vibrante
me enfrentas...
Y me desafías
con tu azules géneros,
que inútiles están
para mis ojos,
que te descubren
y redescubren
en la pureza de natura,
de tu ser
en su corpórea esencia,
y deleite
que en plácido azul,
hoy me ofreces.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas