Todo es uno. Hay un hilo conductor que relaciona a las partes con un todo. Pero las partes deben hallar una consciencia del Todo... Un poco de aquí y de allá.
domingo, 20 de agosto de 2023
Una vez más
lunes, 20 de agosto de 2018
Es cierto
Los cristales están rotos
donde no se ven
las palabras ciegas
de mi corazón hundido.
Y aunque no creas
esto es cierto...
esto del amor y el tambor añicos...
Y es cierto que llueve
sobre estos cristales
aunque no llueva.
Puedes enterarte además/
que mi mente no teje fantasmas
que es cierto aquello del sentimiento/
que callan los truenos por dentro/
...Que pongo escaleras
sólo para alcanzarte.
Hasta aquí domino el silencio...
para que vivas...
¡Por Dios, nada menos!
Compruebo que es cierto...
Es cierto esto de la muerte lenta
donde entre nubosas agonías
las preguntas borbotean.
...¡Para qué mis versos
si no cantan en tu pecho!
Para qué
la luz/ del poema/
si no alumbra el verdadero.
Para qué...
Para qué mi siembra de colores
en las paredes...
cuando no sé si van tus ojos
a donde mi amor te habla.
No.
No es juego.
Son ciertas las preguntas
como esto que se clava en el pecho
sin sangrar la piel.
Bueno...
Como cierto es
esta lluvia buena del desahogo
que ahora sí
moja paredes y vidrieras...
y también mi rostro.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
domingo, 4 de marzo de 2018
Resistiendo
La mañana fría
se entromete en el corazón
con el arco de su brisa.
Un palpitar de aplausos...
Taquicósmico suspiro
recibe sus notas agudas...
¡Resistir es la consigna!
Y la vida llama
tras viento
tras tormenta...
Y quebranta la calma,
levanta la pasión.
¡Pero llueve en el alma!
moviendo nutrientes...
y la simiente presta
vuelve a sus trincheras.
Al galope erguida
la vida va...
veloz...
tendida
en la llanura
de su sangre.
Y si acaso,
la traza de lo finito,
acaba la huella de su sino,
déjate en último fragor
ladear el torrente
y en su orilla fértil
una voz
una semilla y germen...
Y como ese árbol
que asiste en tu mirada
¡vuelve a nacer!
Vivirás
en renuevo
fuerte y floreciente
de la vida
en otro amanecer.
Autor: Juan
Carlos Luis Rojas
lunes, 22 de mayo de 2017
Cornisa del amor
Corazón
no me digas que no...
La pasión ya está allí!!
Aún sin qué,
ni sin quién...
Porque yo sé,
lo percibo,
lo veo,
lo siento,
que te brota
por los poros de la piel.
A raudales desde tus ojos
en que me hundo...
Desde tu pelo,
que desgrana
como rocío vaporoso
del amanecer...
Desde tu sangre,
azuzando
a tus hormonas
desde los confines
de tu cuerpo...
y hay un galopar desbocado
bajando
en las ansias de tus torrentes
dibujando arabescos
en la cornisa del amor.
Autor: Juan C. L. Rojas
https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=amor+
martes, 11 de abril de 2017
Alumbrando penumbras
Pude llegar esta tarde
a mi rincón de bohemias deshiladas...
después de despedirte...
Luego de vorágines ardientes ¿verdad?
En los lazos de la pasión y del amor.
Suspiro ahora ensueños
de arpas y guaranias.
Respiro poemas/
y música que sublima los anhelos.
Siento tu voz diaria rondando mi sien/
invitándome a callar/
a silenciar el grito ardiente
que estalla en mi pecho.
¡Oh, ingenua y dulce!...
¿Le pides calma
al corazón que no sabe olvidarte?...
El va más allá de su sangre
y de nuestros cuerpos/
Más allá de las fronteras
de llamas y torrentes inflamados.
Oh, mujer
como a un niño, que no sueñe
no le pidas al poeta que no sienta.
Trituro mi nostalgia
cuando espera un milagro
la esperanza obsecada/
Pero... acopia incertidumbre mi pasión.
¿Recuerda tu cuerpo a mis brazos?
¿Me recuerdas murmurándote al oído
sintiendo tu corazón golpe a golpe
tu piel palmo a palmo, lo recuerdas?
Se enrojece la tarde
matizada de nubes azules.
La calidez de una brisa
trae fantasmas de ternura/
horas del disfrute/
cotidiano trajín aderezado en el amor...
¡Es allí donde supimos con certeza
de nuestro gozo subrepticio...
alumbrando en las penumbras.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
sábado, 18 de marzo de 2017
Pértiga y carroza
De pértiga dulce
a flor y profundo ensamblada en tu vientre
puede ahora arrastrar mi alma
carrozas ensoñadas.
De ceñido pedestal
pueden nuestros cuerpos
mover el mundo
al ritmo sediento
de pélvicas luces.
Oh, amor
al canal mayor de tus venas
se asoman/ vertientes/
ríos infinitos.
¡Cómo no cantar
si la fuerza de tu sangre
tensa la cuerda limpia de mi garganta!
Magnolia encendida es tu cintura
ceñida de mis brazos
posesos de pasión.
Fidedignos del ardor
nuestros besos fagocitados.
Cuerpos inmersos en el altar.
¡Placer!
que ignora el tiempo y el espacio.
¡Rostros que se inflaman
del gozo a fuego vivo!
Ahora que muero
consumado en tus brazos/
doblegado en la fuerza
del placer y del amor/
¡anda! ¡llévame en tu seno!
A esta pequeñez humana
llévala en tu seno...
donde se elevan las ondas
de ardientes corales arracimados...
donde palpita ansiosa la simiente...
donde se arrulla/
la materna e infinita
ternura de la vida.
Autor: Juan C. L. Rojas
lunes, 28 de noviembre de 2016
Simple
ni fortuita
ni gratis
la defección que siembra la indolencia del espíritu.
Tarde o temprano
brotará la semilla de su mal.
Es porque no piensa con el corazón
que el mundo cae en el raciocinio de su muerte.
Su necia picardía
guarda el escrúpulo en los cofres del cinismo.
Todavía desierto de amor/
fustiga sangre el andar de los hombres.
Se creen sabios/
y enseñan malabares a robots
en el campo sideral de atónitas estrellas...
pero sus almas no saben volar.
Pareciera vano finalmente
el hechizo que nos brinda
la floresta colorida en el desierto.
Es así/ que revuelto en penurias combativas
danza este follaje amarillento/
de quien fue quitando verdores
el hollín y la flama
del ardiente vivir.
¡Pero es simple el remedio, sin embargo!...
¡Simple!
Como una gramilla extendida
sobre la piel de la tierra.
Es sólo saber sentir/
para comprender a las voces
que suenan en estos ojos.
De toda esta...
crudeza de la desidia
me desahogo a veces mirando a los nidales/
Donde los picos besan
al amor
vestido de plumones...
y veo a la lluvia/
generosa/
alimentando a la semilla.
También te miro/
y aunque nos crean en el altar de la locura
deja que sea inseminada de estrellas
la cuenca florecida de tu cuerpo.
Embriaga tu corazón de sentimientos/
para que estalle
en cada poro de tu piel/
para dulcificar simplemente
/como lo hacen tus ojos/
este ácimo pan
que nos toca vivir.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
domingo, 24 de julio de 2016
Deleite azul
el arco feliz
sobre tus ojos,
y me miras con el alma...
con la complicidad oculta
bajo tus cejas de asombro...
Me ofrendas,
¡sin quererlo acaso!
ese deleite vivo,
que a pasos de misterio
desciende
y cruza
en tibieza
por lo tenue azul
por lo breve y suficiente
que te cubre...
Y cuelgas en mi corazón
la bravura de lo bello
en el poder de lo humilde,
azuzando
oleajes en mi sangre,
que alborotada,
y sin intensión,
en el tesón de su instinto,
desparrama nutrientes
en plácidos rincones
por el fértil erial
de mi cuerpo.
Fresca y exultante,
con tus muslos
de porcelana vibrante
me enfrentas...
Y me desafías
con tu azules géneros,
que inútiles están
para mis ojos,
que te descubren
y redescubren
en la pureza de natura,
de tu ser
en su corpórea esencia,
y deleite
que en plácido azul,
hoy me ofreces.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 19 de febrero de 2016
Vencida
"Vencida"Descubro,me cuentan,que desde algún rincónme miran me observan,como a estatuaque a veces parece...
Posted by Juan Carlos Luis Rojas on viernes, 19 de febrero de 2016
martes, 22 de diciembre de 2015
Virilidad y alegría, corrientes de "kyrey" en la sangre
Acaso este palpitar en los pechos de las guitarras y las notas repitentes,... insistentes de los fuelles, nos abra en su influjo, corrientes de "kyrey" (Del guaraní: virilidad y alegría), a los hombres cansados del camino,... y me pongo en la escena, agitando esta bandera entintada de la sangre de la lucha y de la emoción de andante y de bohemio.
lunes, 7 de diciembre de 2015
Luces y voces
¡Ah si endulzar pudiesen las lágrimas
hasta el mismísimo fondo escondido del mar!
¡Si estos subterfugios sedientos de las almas
unir pudiesen sus manos
un poco antes de sorprender el crepúsculo!
Podrían entonces batir con ardor
las palmas expectantes de mi pecho.
Sueño avanzar sobre este campo
hacia las manos de la aurora/
¡Aún arrastrando mis huesos
sobre el verde aguerrido del césped!
Suelen perder la luz
los hombres de sólo carne/
Suelen venderla
por un guiso y algunas lentejas.
Mientras tanto madura el paso del tiempo/
a pesar de suspiros y sudores.
Y el indigente recuerda al trigo
cuando solo algunos fideos se dilatan en la olla.
Hoy besa mi sangre el lacerante estrés del Amor.
En los puños de esta noche
(larga noche)
me adormezco/
para despertar algún día
en la chispa madurada de un nuevo sol.
Abro al futuro esta agenda/
Vanidad de poeta/
¡Una vez más esta copa de sueños remecida!
Tiendo esta mesa de bohemias y utopías... y cantos/
porque las voces...
¡Sé que las voces
pueden derribar los muros!
Autor: Juan Carlos Luis Rojas