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viernes, 1 de septiembre de 2017

Anden de los sueños

El prisma de la ventana
    mece los colores de la luz/
La luz elige
    los sillares resplandecientes
        donde se impregna/
    la perfumada piel
de la pasión.

Es así que nuestros huesos
    saltean los peldaños de la angustia
porque se aviene
    el placer vivo de amar.

Los cristales esconden
    un murmullo de voces
        que susurran en la penumbra
            cuando acuña el aire/
        del amor/
    sus alas traviesas.

La prisa del mundo despega del andén
    pero nuestros sueños...
        ¡Oh, nuestros sueños!
    ¡En viaje de placer    van/
a ritmo loco/
    en el latir del corazón!

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

jueves, 25 de mayo de 2017

Torbellino

Ahí viene...
Viene con la mirada...
la nuestra,
bajando sus banderas
en la ternura y el deseo...
el deseo sentido
de ser alma
fundida en el amor.

Ahí viene...
Viene con el calor
de nuestros rostros
que irradian destellos...
luz de pasión.
El roce voluptuoso
de sus auras
cantando a la vida...

Ahí viene
junto al calor anhelante
de los labios...
Cuando la respiración
se funde
en torbellino sensorial
y suspiros...
cuando la mirada
se pierde en el ensueño,
huyendo tras la cortina
de los ojos...
tras la emoción de sentir...
Y el mundo
se hace remoto,
ignorado.

Ahi viene...
Con sus labios latiendo
en el instante infinito...
Sellándose ,
en un punto donde convergen
la fuerza de la ternura
y la dulzura de la pasión...

Llega...
rindiéndose
y conquistando
sus tierras ensoñadas
adentrándose en sus mieles...
Escoltado de caricias va,
afianzado del placer
en cada rincón
de la piel
y de la vida...

Ahí viene...
Libando
en su cópula
de pasión
de placer
de amor,
el beso.
Viene con sus labios latiendo
en el instante infinito...
Sellándose ,
en un punto donde convergen
la fuerza de la ternura
y la dulzura de la pasión...

Llega...
rindiéndose
y conquistando
sus tierras ensoñadas
adentrándose en sus mieles...
Escoltado de caricias va,
afianzado del placer
en cada rincón
de la piel
y de la vida...

Ahí viene...
Libando,
en su cópula
de pasión,
de placer
de amor,
el beso.

Autor: Juan C. L. Rojas

sábado, 10 de septiembre de 2016

La página rota (Emiliano Fernandez)

El sol arrebolado se hunde en el poniente
y acecha sigiloso el triste amanecer
sus cárdenos reflejos desmayan lentamente
en ritmo con mi inmenso profundo padecer.
Conmigo ya en la noche y envuelve en su velo ancho
como a un fantasma loco mi pobre corazón
las noctívagas aves del mal y del desvelo
sobre mi alma cruzan en larga procesión.
Llena un brío de ausencia mi lóbrigo aposento
y a Dios solo confieso mi tétrico sufrir
y tú, lejos amada ignoras mi tormento
ignoras el martirio de mi intenso vivir.
Mi senda entenebrida está llena de espina
aguda y punzante espina de dolor
los jilgueros huyeron de esta selva vecina
ya no sueltan al viento su música de amor.
Las flores que en otoño brindó la primavera
hoy perdidas y mustias están en la orfandad
y todo tiembla y gime en la angustiosa espera
aguardando que vuelvas enivoluble beldad.
Así también yo vivo herido de tu ausencia
distante de tu gracia sin escuchar tu voz
las olas del destino arrastran sin clemencia
mi barca de esperanza que a ti fuera veloz.
Aquel dichoso nauta hoy náufrago sin destino
zozobra en las olas del mar de la aflicción
amada tú lo sabes perdido está el marino
porque apagó el destino su faro de ilusión.
Perdí ya tu cariño perdí ya tus amores
llorando desengaño cargado de dolor
ven amada a mi brazo que sobre las cenizas
perennemente tuyo encontrarás mi amor.
No importa que tu gracia florezca en manos ajenas
no importa que se burlen de mi fe y mi ilusión
y aunque mi senda encuentra de lado y sendas llenas
rencor no guardará mi pobre corazón.
Tal vez el egoísmo falaz y traicionero
que lo destruyera mi nido de placer
mañana se transforme y sea en mi sendero
como una flor que arome mi triste atardecer.
Adiós dulce Fernanda amada novia mía
me voy con paso incierto buscando otro vergel
adiós aquellos ojos que fueron mi alegría
adiós aquellos besos que fueron todo miel.
Emiliano fernandez