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viernes, 23 de diciembre de 2022

Felices fiestas

Detenido el tráfico de las palabras... 
Sólo el discernimiento de cada uno, en la emoción de este, "pensarles"... en la, cada interacción con ustedes... 
 Sólo desearles muchísima felicidad y alegría en cada uno de vuestros deseos y proyectos, en la medida que se vayan proyectando en estos días hacia el año próximo. 
 ...y se trata de pensar antes... antes que el sol se ponga, antes que lleguen las horas del final, un fin de año donde reflexionar... 
Pensar antes, para no herir, para no lastimar con nuestras palabras y actitudes, porque a veces costará pedir disculpas... por el excesivo orgullo, por la falta de humildad... 
 Pienso, que muchas veces se nos escapa que la vida es una continuidad, de sumatorias y sustracciones; que ello dependerá de cada uno de nosotros; de cómo enfocamos... 

 No es por arte de magia. No es por nuestros deseos, sino por nuestras acciones, que sumamos o restamos.

 Año nuevo es, simplemente, un esquema convencional, sirva acaso para reflexionar, y luego afirmar o corregir rumbos internos y externos, donde, (¡a no equivocarse!) valdrá más la fuerza de nuestro cambio interior por sobre lo exterior, sin excluirlo. 
Digo, sobre nuestro pensamiento: que importante es poseer el presente, pero sin olvidar la enseñanza del pasado y la orientación positiva hacia el futuro. 
Sobre la concreción de los hechos: no solo ver que las cosas pasan, sino, hacer que las cosas sucedan... 

 Juan Carlos Luis Rojas

                                                     Imagen de Myléne en Pixabay 

Solo disfrutemos, con el espíritu, sin obsesionarnos con lo superficial

Una vez más aquí, en esta vorágine irrespetuosa del tramo final del año, con sus fiestas, que (acaso) conlleva el espíritu que debiera... 
 No siempre es así. 
 Digo acaso, porque, el humano suele tener la tendencia, no de fluir, sino de intentar saltar más allá de su ombligo, y esforzarse tras el viento de lo vano, en donde, en lo íntimo del seno familiar, se avienta a la fragua, y se elevan las presiones; el halar hacia aquí y hacia allá a las voluntades de unos y otros, pisoteando las libertades, para convertirse, lo que debiera ser un regocijo, en cargas de amarguras de diferentes niveles de peso... 
 Y uno de los errores estriba, en que casi siempre hay uno, o dos, o tres, que quieren imponer las cosas a su manera; alguien con la batuta auto-asignada, y que en su afán arbitrario desafina el concierto... 

Un adornito de más o de menos puede llegar a ser calamitoso. O si un turrón que falta, o si una bebida, o si un horario, o si un viaje... 
Y aquello de: ¿con quien vas a pasar las fiestas?... 
Que si en la casa de tu novia, o si en lo de tu tía o con el gato, o con el loro... Que si vas allá, entonces yo aquí, y etc, etc. 
 Supongamos que hasta esto sea divertido (ponle), y entonces... disfrutemos... Acaso. 

 Autor: Juan Carlos Luis Rojas 


                                                      Imagen de Pexels en Pixabay 


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Sólo disfrutemos


Una vez más aquí, en esta vorágine irrespetuosa del tramo final del año, con sus fiestas, que (acaso) conlleva el espíritu que debiera...
No siempre es así.
Digo acaso, porque, el humano suele tener la tendencia, no de fluir, sino de intentar saltar más allá de su ombligo, y esforzarse tras el viento de lo vano, en donde, en lo íntimo del seno familiar, se avienta a la fragua, y se elevan las presiones; el halar hacia aquí y hacia allá a las voluntades de unos y otros, pisoteando las libertades, para convertirse, lo que debiera ser un regocijo, en cargas de amarguras de diferentes niveles de peso...
Y uno de los errores estriba, en que casi siempre hay uno, o dos, o tres, que quieren imponer las cosas a su manera; alguien con la batuta auto-asignada, y que en su afán arbitrario desafina el concierto...
Un adornito de más o de menos puede llegar a ser calamitoso. O si un turrón que falta, o si una bebida, o si un horario, o si un viaje... Y aquello de: ¿con quien vas a pasar?... Que si en la casa de tu novia, o si en lo de tu tía o con el gato, o con el loro... Que si vas allá, entonces yo aquí, y etc, etc.
Supongamos que hasta esto sea divertido (ponele), y entonces disfrutemos... Acaso.