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martes, 29 de mayo de 2018

Sueño después del sueño

Pude soñarte
    una vez más esta noche
y arden mis ojos
    vueltos a la suave grama que transitas
        cuando la inquietud interroga de inmediato.

¿Dónde estarás
    cuando buscando la primera luz
        se abren las ventanas de mi ser?
¿Luz de quién
    entonces
        será tu rostro?

Y en esta mañana que te pienso/
cuando pretendo distraerme
    en el desenredo del silencio/
en esta mañana de ausencia y lejanía
¿Qué sentirá tu piel
qué tus manos
    añoradas de mis dedos?

El boceto de esta niebla de otoño
    divaga entre el recuerdo....
        y es así que me ilumina
            ...pero extraño sin embargo
        la danza discreta de tu andar...
    el fuego rítmico que encendemos/
La flor de tus labios conjugada en la sonrisa.

Veo tu luz
    en las sombras de la luz
        adentrándose en mi alma/
    con su brillo/
y la elocuencia completa de tu mirar.

Suena el ventanal de mi balcón...
    son los suspiros    descubro
        que se derrumban juguetones con el viento.

¿Volverás quizás    a cultivar
    al menos
        los surcos de mi calma solapada?...
Sólo me responden
    el misterio gris de esta niebla
        y el viento sibilante
    que atenaza a las paredes

¡Qué terco el sentimiento
    que deja este mensaje
        como un puente sublimado/
            un puente que se extiende
                 hacia la otra orilla ansiada del regreso!

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

domingo, 4 de marzo de 2018

Resistiendo

La mañana fría
se entromete en el corazón
con el arco de su brisa.

Un palpitar de aplausos...
Taquicósmico suspiro
recibe sus notas agudas...

¡Resistir es la consigna!
Y la vida llama
tras viento
tras tormenta...
Y quebranta la calma,
levanta la pasión.

¡Pero llueve en el alma!
moviendo nutrientes...
y la simiente presta
vuelve a sus trincheras.

Al galope erguida
la vida va...
veloz...
tendida
en la llanura
de su sangre.

Y si acaso,
la traza de lo finito,
acaba la huella de su sino,
déjate en último fragor
ladear el torrente
y en su orilla fértil
una voz
una semilla y germen...
Y como ese árbol
que asiste en tu mirada
¡vuelve a nacer!
Vivirás
en renuevo 
fuerte y floreciente
de la vida
en otro amanecer.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

jueves, 10 de noviembre de 2016

Distracción

Activo en mis pasos...
y veo que rondas
por allí
en esos patios etéreos...
y haces siluetas
piruetas de golondrina,
trazando aire festivo
en mi pensamiento.
Distracción vital en mis ojos.
Distracción
como esencia del camino...

Dejo de verte porque te miro,
te observo.
Y me invitas a un frente a frente
sobre la mesa...
y es saborear lo servido
con aderezos de magia
con el cruce de luz
en las miradas,
fulgurante chispa
de amar.

Sé que vibran tus sentidos
desde la punta de tus dedos
aunque te vayas
y yo regrese en la insistencia...
ingrávida, ave azul,
que mis auras
rozas
con tus alas,
y pasas...
pasas...
en ese constante
incierto regreso,
por un vértice voluble
del horizonte.

Lentes ultradireccionales
son mis ojos
hacia tu estrella
y su vuelo de cometa/
mi pecho aspira
el aliento de su vuelo.

Sincronizar nuestros suspiros
pudiese
el ritmo de nuestros latidos,
para aventurar
una música de la ternura
una melodía del amor...

Distracción,
donde frente a frente
bebemos el regocijo,
mientras cantan nuestras manos
sobre las cuerdas de las caricias
al abrigo
de santa llamarada,
que purifica nuestro andar.

Una melodía dulce suena...
que tiene trinos y murmurios de manantiales...
y tiene la fuerza de ritmos ancestrales
como la sangre fluyendo
desde tiempos inasibles,
conecta a nuestros cuerpos
en vivaces armonías,
tremolando en el aire sutil
de los suspiros.

Un vaivén de fuego acompasa,
donde toda flama es entrega
al pedestal de la caricias,
al sentir del ensueño,
al hacer del amor
en lo profundo de los besos,
que solazan en instantes
de placentera eternidad.
Allí quedan los resquicios
donde se avivan
los anhelos fervientes,
tuyos y míos,
donde manan
de aquello que inspira
el elixir latente
en nuestros poros
que estallan
en los orgasmos benditos
de la aurora.


Autor: Juan Carlos Luis Rojas

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Septiembre

Abría septiembre
el dilatado campo de las fragancias y las luces.
El aire confesaba el amor de las flores
y la fuerza combatiente
de suspiros contenidos.
¡Y quién era yo para presentar batalla!...
¡Me rendía a lo bello
redimido del temor!
Quién era yo para juzgar
el sexo intempestivo en las esquinas/
o la precocidad ostentosa de las jóvenes...
¿Sabré, acaso, si ha de florecer
de las ruinas
lo silvestre inesperado?
Abierta sobre el cáliz
la rosa no espera/
no mezquina su candor
ni su perfume.
¡Y por eso los titanes sedientos de mi alma
se bebieron tu sangre/
con mi sangre!...
y devorado fue tu corazón
con el mío.
¡Oh, ciclópea del amor la pasión desbocada!
Galopó
hacia la rosa más íntima de tu ser/
y nací de nuevo
con la esperanza de tus ojos
con la rama perfumada de tu cuerpo.
¡Oh, verdor
que colorea y sacia
al hambriento otoño del espíritu y la carne!
¡Crepúsculo y aurora que se enlazan
con los ávidos brazos de los amantes!
...Sé que volverás
primavera de serptiembre
como vuelve la vida a los huertos.
Sé que volverá/
trayendo libertad bendecida
a la rosa fresca/
a la ignorada flor
en el jardín de los reyes.
Volverá lo sé
hecho dios del fuego y la ternura
con el cáliz servido
para el brindis real del amor.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
http://laberintodelamor.blogspot.com.ar/