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viernes, 14 de abril de 2017

Reclusión del pensamiento

Una de la fallas gravísimas del humano es, no pensar por sí mismo y ser indolente a buscar información para lograr ecuanimidad. Y si tiene la información, la tuerce según sus prejuicios.
Se amalgama fácilmente a grupos haciendo un bloque, donde levanta estandartes de discordias para con otros grupos.
Como le cuesta pensar por sí mismo, es fácilmente subsumido por grupos de raíz o de adherencia,  Y entonces ya no es capaz de ver  los propios errores de su pertenencia, y se niega a reconocer el punto de vista del otro, o las razones y bonanzas que pudiera existir en aquellos.
Es proclive a sectas, a divisiones, antinomias,  y  los acentúa con fanatismos, para agravar la componenda.
Esta forma de reclusión mental esquemática suele afectar a cualquier rubro de la actividad o pensamiento humano, sea político, ideológico, filosófico, religioso, e incluso profesional.
Así es que forma un compartimiento estanco y muere en él.
Juan Carlos Luis Rojas

https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=pensamiento

lunes, 15 de agosto de 2016

Trampas del sistema

Y el mundo sigue entrampado en su filosofía... De pros y de contras... Le cuesta andar en una linea de equilibrio...
Esto es verdadero en buena parte (el texto de más abajo)... 

La vida es un todo y hay que vivirla desde el vamos...
Pero nuestros sistemas son imperfectos y aveces sólo sirven para ponernos tropiezos y nos exigen en formas y fomalizaciones, que tal vez podrían ser de otras maneras.
Y además, individualmente, agregamos (agregan), preocupación por estupideces para mortificarnos a nosotros mismos y, o, a los demás... Esas nimiedades que no son relevantes para vivir.
Hay asuntos, que por el sistema en sí, no podemos dejar de lado, por ahora...
Por otra parte, es fundamental, no olvidar las responsabilidades solidarias lícitas y morales, como: corresponder a los esfuerzos y necesidades de las personas que tuvieron que ver con el bien de nuestras vidas. Lo que implica un cierto tiempo de parte nuestra.
Desde ya que esto es un asunto que muchos, la gran mayoría, no podrán comprender, porque están insertos e imbuídos en el sistema, y muchos no pueden tener la capacidad de pensar en otras formas, como muchos no pensaron en su momento sobre las posibilidades de otras tecnologías.... Muchos sólo pueden ser esquemáticos y no pueden salir de una cuadrícula marcada y mantenerse así toda la vida, hasta que venga algún tonto soñador y un loco, un poeta, un científico con imaginación, y empiece a modificar las cosas.
No se trata de dejar de trabajar, de obviar el esfuerzo, ni de dejar de estudiar, sin embargo sí, en muchos casos se trata de trabajar sobre los contenidos y las formas. Las formas del manejo de la información, el saber pensar, el manejo de las teorías en campañas, el proceso de la asimilación en la experiencia directa en muchos casos, la disminución del peso económico y los entorpecimientos burocráticos, la prioridad de formar gente que sabe pensar y no el desperdicio en la formación de enciclopedias o bibliotecas ambulantes en las personas para halagarlas en lo tanto que sabe, y sin embargo, sobre conocimientos espurios e imprácticos, para no decir, inútiles.



lunes, 4 de julio de 2016

A paso firme

¡Ve a paso firme! ¡No necesariamente corriendo!, para alcanzar el tren.
Esto me hace pensar... (De vez en cuando cargo con  ese desafío).
Pensé en eso que la gente suele comentar... "Perder el tren"... ¿Qué será?
También suelen decir, que "cada cosa "Alguien" te da tu medida y a su tiempo debido"... que cada cosa Alguien te da en su tiempo determinado y no más allá,,, Será??... Y también te quita??

Ir a paso firme, sugiere la posibilidad de mayor control de la cosa. Ir corriendo implica presión; la necesidad de intentar conseguir cierta holgura a una evidente situación límite.
La expresión: "Perder el tren" se suele referir a perder una oportunidad necesaria y determinada en la vida, lo que a su vez podría significar la última. Sin embargo no siempre es tan así. Dependiendo del manejo sabio e inteligente de nuestra vida, podemos encontrar salidas relativas con el ejercicio de la paciencia y constancia. De tal manera que podemos notar generosidad en ella; puede haber un "barajar y dar de nuevo". Implica el equilibrio entre dos estados o funciones: la serenidad y la actitud alerta y previsora. 
Sin embargo la resultante también puede ser el otro extremo; de tal manera que por tal o cual circunstancia ha resultado feliz perder determinado tren; beneficio que uno puede darse cuenta después de un tiempo de ocurrido.
La vida es un juego de estrategias y re-acomodamientos, por la que uno debe ser flexible para adaptarse a ella y ubicarse en el contexto y punto apropiado de acuerdo a los recursos de que disponemos.
Ser demasiado esquemático puede llevarnos a error porque suele implicar inflexibilidad y por lo tanto el choque emocional con las circunstancias. Un desgate innecesario de energía en ello. No ser flexible genera la ceguera para ver otras opciones y caminos. Debemos estar dispuestos, llegado el caso, a modificar y cambiar nuestro rumbo.
El humano a veces tiende a ser extremista. O pendula locamente de un extremo a otro. No se trata de, ni chocar contra todo, ni esperar a las cosas de manera fatalista. Suele ser necesario, "hacer que las cosas sucedan". Implica lo pro-activo y la estrategia que da el equilibrio sereno.
Es muy cierto que lo que se siembra, eso es lo que se va a cosechar, y el resultado puede llegar a ser positivo o negativo dependiendo de cual fue nuestra siembra. 
No siempre me gusta emplear el concepto de bendición, porque puede conllevar una conclusión injusta de unos con respecto a otros. 
Hay expresiones extremas: 
"¡Gracias a Dios se salvo, fue bendecido!"... Y los otros que no corrieron la misma suerte, fueron castigados, maldecido, entonces?? Pensemos sobre ello.
Juan C. La. Rojas


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Fáciles tareas para cada día

1) Aguzar nuestra percepción hacia nuestro interior y nuestro entorno.

2) Detenernos un poco para darnos cuenta de todo lo que debemos estar agradecido y sobre lo que debemos reflexionar.

3) Mostrar la hospitalidad del alma con una sonrisa.

4) Brindar una mirada cálida y sincera.

5) Un abrazo sostenido transmitiendo esa corriente energética del ser.

6) Alguna palabra simple de aliento a quien lo necesite.

7) Un pequeño gesto que muestre tu interés altruista, sin que signifique servilismos.

8) Ver más allá, y desde el otro, con empatía.

9) Escuchar en mayor medida y con más atención, y pensar antes de hablar.

10) Acercarnos, aún en los pequeños detalles, a la paz, a la justicia, a la bondad.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas