No santifiquemos una profesión por sobre otra, llevemos y respetemos la óptima labor; la pasión por hacer bien el trabajo, cumplir con el deber elegido y asignado.
A la calidad de la profesión u oficio la hacen las personas.
Juan C. L. Rojas
https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=trabajo
Todo es uno. Hay un hilo conductor que relaciona a las partes con un todo. Pero las partes deben hallar una consciencia del Todo... Un poco de aquí y de allá.
lunes, 10 de abril de 2017
De profesiones y sacerdocios
domingo, 18 de septiembre de 2016
En un sin fin
cuando pasas...
cuando ante ellos,
entre el aire roza tu cuerpo...
que dibuja sus tiernos senderos
en estas tierras
donde alguien te canta lejano.
sonríen tus ojos
y me hieren dulcemente
si me atengo
a su clara faz
de lago transparente.
cuando se adentra en la tuya...
No sé qué festiva visión
imaginan mis sueños..
Sólo te miro...
Como aletargando mis días,
mis horas,
mi muerte...
Y la poesía es quererte
que es lo mismo que soñar
que resulta tangible el vivir...
de ángel y demonio,
por decirlo así,
para este pensamiento
de bardo y romancero...
y es por eso
que pierdo la voz
que desorbita acaso
de mundos racionales?
tantas veces,
a las alas del rocío
insufladas de azahares...
y querrás beberla
de una sola inspiración...
Cobrarás consciencia
que tus ojos hondos
estallan felices,
en el brillo misterioso
de esa oscuridad
donde sueñas...
Debes saberlo entonces,
que sólo es mi pecho
que te envuelve,
que te cubre
cual un raro universo
de anhelos fervientes
que en la fuente palpitante
se acrisola...
y voluptuosa
se abre,
deliciosa y susurrante
en el ávido beso...
¡Amalgama es!
de formas concurrentes,
de cóncavos y convexos
recurrentes
que hienden,
succionan,
transitan,
bajo las auras
de tu piel,
de la mía...
Sedientas,
suben
bajan
por montes
y manantiales
consumiendo
en un sin fin
los más caros deleites
abriéndose
a la libertad
de aire
de fuego
de pasión y simiente.
sábado, 18 de marzo de 2017
Pértiga y carroza
De pértiga dulce
a flor y profundo ensamblada en tu vientre
puede ahora arrastrar mi alma
carrozas ensoñadas.
De ceñido pedestal
pueden nuestros cuerpos
mover el mundo
al ritmo sediento
de pélvicas luces.
Oh, amor
al canal mayor de tus venas
se asoman/ vertientes/
ríos infinitos.
¡Cómo no cantar
si la fuerza de tu sangre
tensa la cuerda limpia de mi garganta!
Magnolia encendida es tu cintura
ceñida de mis brazos
posesos de pasión.
Fidedignos del ardor
nuestros besos fagocitados.
Cuerpos inmersos en el altar.
¡Placer!
que ignora el tiempo y el espacio.
¡Rostros que se inflaman
del gozo a fuego vivo!
Ahora que muero
consumado en tus brazos/
doblegado en la fuerza
del placer y del amor/
¡anda! ¡llévame en tu seno!
A esta pequeñez humana
llévala en tu seno...
donde se elevan las ondas
de ardientes corales arracimados...
donde palpita ansiosa la simiente...
donde se arrulla/
la materna e infinita
ternura de la vida.
Autor: Juan C. L. Rojas
jueves, 11 de junio de 2015
Eventos en el camino del tiempo
sábado, 9 de enero de 2016
Oscuridad
En las venas de mi sien
/aletea/
el rito prolongado de nuestros ojos
ojos que vuelan
una vez tras otra
rayando en las caricias/
sublimando acentos
en las preguntas infinitas.
Túneles inquietos/ son los ojos/
túneles que se ensamblan
en cópulas de pasión
vertiginosas tímidas
dulces desesperadas.
Esta vaina oscura/
oscura de dichas/
oscura de cantos silenciosos/
oscura del amor
que discurre en las calles...
se abre a veces
/se rompe/
vertiendo del espíritu
irisada simiente.
La eternidad del dolor
escapando al bálsamo/
escapando a la sed de las heridas/
/escapando/
hacia la curación final de la nada.
Adolecer
que hierve adolescente
en el perpetuo tiempo
de las manos combativas/
/incansable/
candor-candente-del pecho...
luego discordias
entre aurículas y ventrículos.
Mientras tanto
azulino es el sol
que une a las almas
con la negrura del día
y no se encuentran/
no se abrazan
ni piel
ni aliento
ni suspiros.
La oscuridad nos baña
a plena luz del sol.
¿Cuándo caerá
su áspero pigmento
como nieve derretida?...
Cuando nuestros ojos sepan
reposar en otros ojos
cuando entibien nuestros besos
ajena frente
cuando el corazón hable
por fin
sobre el amor.
AUTOR: Juan Carlos Luis Rojas
domingo, 19 de marzo de 2017
Cintura de guitarra
¡Oh, anaranjado estallar de soles amanecidos
que se rompen/
en la luna dilatada de aquellos ojos!...
que trepan/
las quebradas pedregosas
¡Oh, bordonas y tristes cantarinas!
¡No decaigan hoy
escoltas reticentes!
Como en aquellas noches de nostalgias
¡yo quiero aún, cuerdas,
vuestro bálsamo sonoro!
¡No llores guitarra, sueña!
¡Sueña guitarra, sueña!
La opulencia del sentir
engorda
los latidos de estas notas.
¡Canta, guitarra, canta!
...No olvidan las manos de mi ser
el pozo erótico de sus curvas
donde aún
ensamblo mi pasión.
...y duermen los párpados/
al vibrar
la cuerda oscura de mi voz
porque sienten/
revenidos timbres y luces
en los arpegios de su alma.
¡No llores guitarra, sueña!
¡Canta guitarra, canta!
Autor: Juan C. L. Rojas
viernes, 30 de junio de 2017
Olvido
Ahora mismo es/
que parte la luz rumorosa
desde el acuoso seno del vaso
donde ¡huyen las burbujas lerdas!
El celular
late y late
en sus serpentinas de cobre,
en su corazón de electrones,
esperando las ondas
de la voz ausente.
En móvil de amor
es que salta
la pasión de la espera.
La mesa se acurruca
en un rincón del frío
tras el cristal indiferente...
mientras la hoja en blanco
murmura su chisme,
casi besando,
los labios del lápiz.
Suele ser eterno
el abrigo de papel,
y de versos,
que cantan adormecidos
en su silencio de abismos.
La lluvia cae
burlona y constante
haciendo un festival
de bailarines minúsculos
sobre el asfalto.
Espera la espera...
Un solo afán de esperanza...
Y la lluvia que sigue
y sigue
y más de prisa
corriendo su telón de repente
cuando la hora inesperada
cierra su tic tac
en el punto justo
del olvido.
Juan C. L. Rojas
OLVIDO
https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=olvido
domingo, 4 de marzo de 2018
Resistiendo
La mañana fría
se entromete en el corazón
con el arco de su brisa.
Un palpitar de aplausos...
Taquicósmico suspiro
recibe sus notas agudas...
¡Resistir es la consigna!
Y la vida llama
tras viento
tras tormenta...
Y quebranta la calma,
levanta la pasión.
¡Pero llueve en el alma!
moviendo nutrientes...
y la simiente presta
vuelve a sus trincheras.
Al galope erguida
la vida va...
veloz...
tendida
en la llanura
de su sangre.
Y si acaso,
la traza de lo finito,
acaba la huella de su sino,
déjate en último fragor
ladear el torrente
y en su orilla fértil
una voz
una semilla y germen...
Y como ese árbol
que asiste en tu mirada
¡vuelve a nacer!
Vivirás
en renuevo
fuerte y floreciente
de la vida
en otro amanecer.
Autor: Juan
Carlos Luis Rojas
martes, 20 de diciembre de 2016
En un sin fin
cuando pasas...
cuando ante ellos,
entre el aire rozas tu cuerpo...
que dibuja sus tiernos senderos
en estas tierras
donde alguien te canta lejano.
sonríen tus ojos
y me hieren dulcemente
si me atengo
a su clara faz
de lago transparente.
cuando se adentra en la tuya...
No sé qué festiva visión
imaginan mis sueños..
Sólo te miro...
Como aletargando mis días,
mis horas,
mi muerte...
Y la poesía es quererte
que es lo mismo que soñar
que resulta tangible el vivir...
de ángel y demonio,
por decirlo así,
para este pensamiento
de bardo y romancero...
y es por eso
que pierdo la voz
que desorbita acaso
de mundos racionales?
tantas veces,
a las alas del rocío
insufladas de azahares...
y querrás beberla
de una sola inspiración...
Cobrarás consciencia
que tus ojos hondos
estallan felices,
en el brillo misterioso
de esa oscuridad
donde sueñas...
Debes saberlo entonces,
que sólo es mi pecho
que te envuelve,
que te cubre
cual un raro universo
de anhelos fervientes
que en la fuente palpitante
se acrisola...
y voluptuosa
se abre,
deliciosa y susurrante
en el ávido beso...
¡Amalgama es!
de formas concurrentes,
de cóncavos y convexos
recurrentes
que hienden,
succionan,
transitan,
bajo las auras
de tu piel,
de la mía...
Sedientas,
suben
bajan
por montes
y manantiales
consumiendo
en un sin fin
los más caros deleites
abriéndose
a la libertad
de aire
de fuego
de pasión y simiente.
domingo, 16 de julio de 2017
Ronda una tristeza
Hay una tristeza oscura
que ronda este silencio/
Y sus hombros se resignan...
como se resigna la tierra
bajo el cielo de las lluvias.
Hay una tristeza que encierra
la voz callada de los gritos/
del amor/
sin matriz para la luz.
Ronda una tristeza que respiran
jilgueros acallados/
Tristeza de los labios
sin la plenitud tranquila de los besos/
del cariño
sin las manos del abrazo/
de la distancia
en la cripta de signos olvidados.
Perfuma los rostros
el humo azul
quemado en nuestros pechos/
cuando clava el tiempo
su puñal
marcador de la partida/
Cuando deja /inconclusa/
la furtiva sed de la pasión.
Autor: Juan C. L. Rojas
martes, 31 de octubre de 2017
Misil de sombra
Misil de sombras
Luz inmóvil
puliéndose en las hojas.
Luz inmóvil/
donde se adentra mi cuerpo
hecho un violento misil de sombras.
Se encadena en mi corazón
en la fragua del sentimiento/
y para siempre
cierro mi boca en el silencio.
Asperamente me abraza
este arco verde.
¡Tallo vivo que se tensa!
vaciando en los confines
aljabas de pasión.
Luz inmóvil/
Espectral/
...¡Desorbitados cielos!
¡Atónitos cielos
de incierta veracidad de la verdad!
Y esta luz inquieta me baña estupefacta...
¡Inquieren de mi
sus ojos sinusoides
en su cuerpo intangible!
¿Dónde aprendiste
a andar sobre las aguas?
Me pregunta.
¿Cómo fueron piedras los pantanos
bajo tus pies?
Frente a tus propios ojos
(respondí)...
anduvieron colibríes
danzando sobre camalotes.
¿Cuál es tu pregunta al fin
luz universal
que atraviesas el orden
de eternos errabundos?
¡Luz inamovible!...
que te pules en las hojas.
Luz inmóvil
donde se adentra mi cuerpo
mi alma...
hecho un violento misil
sólo de sombras.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
http://remerofantasmal.blogspot.com.ar/
domingo, 7 de febrero de 2016
Vivo
que de suavidad
pasos lentos tiene...
y calidez de tenue brisa
que consuela estos remansos
que ya en la sangre
amenazan con remolinos...
con fiereza
de racional firmeza,
en la militancia simple
y especial,
el sino de vivir...
como esos rumbos
de andar sobre peñascos...
Geografías
de montañas y valles,
y desiertos,
donde siempre
algún hospitalario oasis
habrá de ser,
supremo resfuerzo
y aceptada paz.
¡sé vivir con ella!
y sé combatir sin puños.
Sé andar
sobre troncos movedizos
del agreste vergel.
de otros mundos,
he vadeado esteros y cañadas
donde serpientes
huyeron de mis pies.
y de vibrantes cuerdas,
de canoras sinfonías
en la selva umbría.
Por que acaso me vale.
Porque estoy.
Porque soy.
Y puedo ver en lo alto
soles y estrellas.
Y puedo ver mis pies...
que si se detienen,
ágiles andan mis sueños.
avanzan
resonando en sus trajines,
avidez que pasan
lo que en mi ya fue.
que vivir es al fin...
arrastrando en el pecho
los brillos estelares,
anhelantes,
en la modulación
de sus sonrisas,
miradas,
y siembras de amor
que navegan raudas
en los confluidos torrentes
de la gozosa pasión.
Buen domingo a todos amigos... Pasen lindo."Vivo"En esta mañana que de suavidadpasos lentos tiene...y calidez de...
Posted by Juan Carlos Luis Rojas on domingo, 7 de febrero de 2016
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Septiembre
el dilatado campo de las fragancias y las luces.
y la fuerza combatiente
de suspiros contenidos.
¡Me rendía a lo bello
redimido del temor!
el sexo intempestivo en las esquinas/
o la precocidad ostentosa de las jóvenes...
de las ruinas
lo silvestre inesperado?
la rosa no espera/
no mezquina su candor
ni su perfume.
se bebieron tu sangre/
con mi sangre!...
y devorado fue tu corazón
con el mío.
Galopó
hacia la rosa más íntima de tu ser/
y nací de nuevo
con la esperanza de tus ojos
con la rama perfumada de tu cuerpo.
que colorea y sacia
al hambriento otoño del espíritu y la carne!
con los ávidos brazos de los amantes!
primavera de serptiembre
como vuelve la vida a los huertos.
trayendo libertad bendecida
a la rosa fresca/
a la ignorada flor
en el jardín de los reyes.
hecho dios del fuego y la ternura
con el cáliz servido
para el brindis real del amor.
http://laberintodelamor.blogspot.com.ar/
viernes, 19 de agosto de 2016
Atavío de la noche
y canta mi pensamiento...
han de ser
las noches que te cobijan!
susurros
caricias de brisa calma...
sobre columnas
de olas espumantes...
Caricias de sus brillos
que me anticipan
el dulce cantar de tus manos
haciéndo cielo
sobre las mías...
con sus encajes
de lujuriosas diademas,
con su cetro firme
correspondidos a la pasión
en el reino hospitalario
de Eros,
donde mi ego transita...
con lustres y geometrías
ciñendo tus muslos,
tus formas,
rincones de los altares,
en curvas diseñadas
de cóncavos y convexos,
en hidalguía de la hermosura.
de lazos relucientes
que te rodean
acarician,
ciñen, bellos domos
y tus dorsales...
alegorías son
de mis anhelos
rodando
en el vórtice azulado
de las tormentas.
lejana fuente!...
Tus sueños que conozco
en su piel desnuda.
Tus sueños que intuyo
desde esos vientos
de mar y contramar
que nos azotan...
algo más para decir...
una pequeña voz
lanzada
hacia esta yerma desolación
que de tanto saberte
amenaza su siembra
de un nuevo florecer?
en el amanecer de mis versos
sobre el atavío de la noche
en la cúspide floreciente
de la boreal aurora
donde tangible llegas
aquí
sobre la luz con que te miro,
aquí
alborotando espacios
sobre mi pecho,
cuando a mi boca,
dulcemente,
la silencias con tus besos.
jueves, 14 de abril de 2016
Río Paraná, despierta poesía
por tu camino de siglos bajando vas,
desde donde su farol enciende la luna
hasta las islas frutales del litoral.
barrancas, islas y playas te ven pasar,
arriba lames las garras de ariscos pumas
abajo reflejas luces de la ciudad.
quiero ser el agua por donde van,
irme cauce abajo, lluvia retornar,
y ser nuevamente río Paraná.
las bellas formas trigueñas del guaraní,
pero revive en el alma de los isleños
la raza vieja que otrora reinara allí.
como las aguas tranquilas del Paraná,
que no conservan las huellas de los navíos,
y así las penas del alma poder borrar.
quiero ser el agua por donde van,
irme cauce abajo, lluvia retornar,
y ser nuevamente río Paraná
Letra y Música: Edgar Romero Maciel - Albérico Mansilla
"Agua y sol del Paraná"
Por el rio Paraná,
aguas arriba navego.
El sol quema como fuego
en la siesta litoral.
Bordeando el camalotal:
pacu, surubí dorado
van navegando a mi lado
por el rio Paraná.
La canoa lenta va
hiriendo el pecho del río,
sauce triste, ceibo mío,
en sus orillas está.
Azul el jacarandá,
aromó sus ramas de oro,
derramando su tesoro,
sobre el río que se va.
El agua me ha de llevar;
nadie sabe hasta que puerto;
hay solo un destino cierto:
la pampa amarga del mar.
Viejo río Paraná:
aguas marrones y bravas
y en lo alto crestonadas
no terminan de silbar
Tristeza me da el ceibal,
sangrando sobre el verano:
si parecemos hermanos,
en el modo de llorar
Ya mi canción se me va,
aguas abajo del río,
mientras sigo mi destino
remontando el Paraná.
Rio arriba, rio va
contra la oscura corriente
agua y sol sobre mi frente
agua y sol del Paraná.
Letra: Miguel A. Brascó
Música: Ariel Ramírez
El jangadero
Río abajo voy llevando la jangada,
río abajo por el alto Paraná.
Es el peso de la sombra derrumbada,
que buscando el horizonte bajará.
Río abajo, río abajo, río abajo:
a flor de agua voy sangrando esta canción.
En el sueño de la vida y el trabajo
se me vuelve camalote el corazón
Jangadero, jangadero:
mi destino por el río es derivar
desde el fondo del obraje maderero,
con el anhelo del agua que se va.
Padre río, tus escamas de oro vivo
son la fiebre que me lleva más allá.
Voy detrás de tu horizonte fugitivo
y la sangre con el agua se me va
Banda, banda; sol y luna; cielo y agua:
espejismo que no acaba de pasar.
Piel de barro, fabulosa lampalagua:
me devora la pasión de navegar.
Jangadero, jangadero:
mi destino por el río es derivar
desde el fondo del obraje maderero,
conn el anhelo del agua que se va.
Letra: Jaime Dávalos
Música: Eduardo Falú
"El Paraná en una zamba"
Brazo de la luna que, bajo el sol,
el cielo y el agua rejuntará.
Hijo de las cumbres y de las selvas,
que extenso y dulce recibe el mar.
Sangra en tus riberas el ceibo en flor
y la pampa verde llega a beber
en tu cuerpo lacio, donde el verano
despeña toros de barro y miel.
Mojan las guitarras tu corazón,
que por los trigales ondulará.
Traen desde el Norte frutal la zamba
y a tus orillas la dejarán,
para que su voz, enamorada de la luz carnal,
arome tus mujeres, Paraná.
En campos de lino recobrarás
el cielo que buscas en la extensión.
Padre de las frutas y las maderas:
florece en deltas tu corazón.
Verde en el origen recorrerás,
turbio de trabajo la noche azul
y desde la luna, como un camino,
vendrá tu brillo quebrando luz.
Letra: Jaime Dávalos
Música: Ariel Ramirez
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Río Paraná
Río Paraná:
Tu brisa fresca respirando yo estoy.
Y canto al verte, tal vez por suerte,
cruzando el puente Brazo Largo
Y al ver tus costas verdes
en un sin fin perderse,
sentir estoy deseando lo que
sienten tantos,
que tus márgenes habitan.
Cantaba al remar, en su canoa a
ritmo firme el pescador.
Que hurga en tu vientre, buscando suerte,
como ayer, mañana ó pasado.
Tal vez arrastre hasta la orilla,
la corriente,
esta canción que yo te canto
desde el puente.
Cuando me voy a la Provincia de Entre Ríos,
en canción te lo digo,
Paraná río querido.
Cantaba al remar,
en su canoa a ritmo firme el pescador.
Que hurga en tu vientre, buscando suerte,
como ayer, mañana ó pasado.
Tal vez arrastre hasta la orilla,
la corriente,
esta canción que yo te canto
desde el puente.
Cuando me voy a la Provincia de Entre Ríos,
en canción te lo digo,
Paraná río Argentino.
Río Paraná.
De Ricado Iorio y Flavio Cianciarulo
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Brumas
El río me dirá si aún existe
con su voz de cristal entre las flores
él me ha visto en sus aguas endiosadas
y ha borrado de mi piel la oscuridad.
Tan lejos estoy de estos
paisajes tan lejos de su amor y su bondad
que parece que es delirio mi deseo
de borrar esta niebla de orfandad.
Y volver de nuevo a aquellos días
a mi río, a mi selva montaraz,
caminar de nuevo entre las flores
en las costas del bravío Paraná.
Jorge Cafrune
Noches isleñas
Noche, ¡oh noche de luna bella!,
poblada por mil estrellas baña las aguas del Paraná.
Noche, ¡oh noche de dulce ensueño!,
que sos para el triste isleño fiel compañero en su soledad.
Noche, ¡oh noche que al alma hechiza!,
tu suave rumor de brisa tiene frescura de manantial.
Se eleva hacia el infinito un canto agreste y sentido:
un canto que ha florecido entre ceibos, sauces y flor de azahar.
Brilla el Paraná bajo su fulgor.
Noche de cristal; noche de ilusión.
Aguas que se van para no volver,
llevan con su andar mi hondo padecer.
Noche, ¡oh noche de luz y calma!
haz que ilumine mi alma la claridad de tu resplandor.
Noche, ¡oh noche de tenue encanto!,
no dejes que sea llanto lo que me impida ver tu esplendor.
Noche, ¡oh noche, que ya te alejas!,
escucha la triste queja, la voz doliente de mi ansiedad.
No dejes que se malogre el fruto de tanto empeño.
No olvides al pobre isleño que sufre y canta en el Paraná.
Brilla el Paraná bajo su fulgor.
Noche de cristal; noche de ilusión.
Aguas que se van para no volver,
llevan con su andar mi hondo padecer.
¡Noches. Noches isleñas!
Letra y Música: Pedro Sánchez
Acuarela del río
Un canilla poí una balsa, (Poí , del guaraní, flaco, fino)
una guaina, una flor en el río, (Guaina, chica, muchacha)
un paisaje de cielo
reflejan las aguas del gran Paraná.
Más allá, un camalote va flotando
hacia la orilla que arbolada de sauces
Nos invita a soñar...
Acuarela del río que pintas de luces
mi dulce romance.
En el mundo no hay marco más divino
y bello para nuestro amor, son su sol,
Con sus fúlgidos matices
con su brisa perfumada
en mágico arrebol
de un lento atardecer...
A la deriva el bote va
con mi amada por el río.
Meciéndonos con su vaivén
que acompasa nuestro amor.
Y apoyada en mi hombro
me musita al oído
mientras beso sus manos
completan mi dicha
aromas de azahar.
Acuarela del río (Litoraleña)
Letra y Música: Abel Montes
viernes, 28 de octubre de 2016
Alas de amor
te ven partir golondrina
dominando airosa
el lustroso plumaje/
engañando de calma
a los ojos extraño.
Mas alguien sabe golondrina
que partes con el alma vibrante/
que llevas en el instinto
anhelantes sueños/
que bajo el falso sosiego
arde/
una furtiva pasión.
Hay alguien que sabe/
de la flor sangrante
que oculta tu pecho
y que un poco de tu alma dejas
en el corazón
que heriste de amor...
Los ojos
/pequeña avecilla/
no saben de engaños
no esconden tristezas/
Sobreviven/
en el tenue brillo
de una pequeña esperanza/
Un milagro esperan/
que el tiempo divino
habrá de parir.
Así sueña
aquel que conoce el susurro/
tu trémulo canto/
quien se mezcló con tus fibras
y vibró en tus alas/
tus alas de amor.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 22 de enero de 2016
Entre canciones
viernes, 4 de mayo de 2018
Promesa de ensueño
de tiempo y ternura
en la distancia...
El ensueño
en tus manos,
en las mías...
de nuestra mirada...
Albor
de brillante día...
El calor
de nuestras palabras...
promesa
de brotes
y verdores
perfumados de pasión.
a la piel del amor,
cómo verde hiedra,
trepando
en el frescor
de la esperanza.
¡tristeza!
El viento
del tiempo
se lo llevó,
a las estrellas
del olvido.
suele ser
que seca
la bendita lluvia,
y deja huellas
resecas
en los cañadones...
las miradas,
huyeron las palabras,
en lo recóndito
del ayer.
en la distancia
es un Sol,
que seca
impiadoso
la bendita savia
del amor...
y deja huellas
resecas
en las almas.
domingo, 4 de marzo de 2018
Demandas
"...Demandas, el arte de amar, encendiendo, en cada punto, los pábilos de la sensibilidad amatoria..."
Juan Carlos Luis Rojas
Demanda del amor,
más que el agua
que ya ni deseas.
¡Pasión!...
Necesidad
de amor,
de amar.
Sentido de amar.
Totalidad fecunda...
Tristeza
que se siente
sola.
Vacio de vanidades.
El amor es una vanidad.
Complemento.
Ven a llenar
mi vacío.
Simiente.
Ven a dar luz
en el umbral
de mi muerte.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
http://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=caminando
viernes, 21 de abril de 2017
Nuevas estrellas
Por fin
detuve un momento
mi traviesa locura de niño.
Tras un golpe contra el horizonte, pude bajar
del caballo desbocado
que espolearon mis sueños.
Volví entonces mis ojos
de esas llanuras sedientas...
aquellas que insuflan
anhelos ardientes en el corazón/
¡Candor del pecho/
buscador de montañas imposibles!
Volví mis pasos.
¿Se rindieron acaso?...
Se aquietaron
para envejecer aún más
su cansada esperanza.
A mi espalda
vi un mar gris opaco/ brumoso...
¡Tantos ojos marchitos!
Vi a la pasión anhelante.
¡Ella era/ es/
el combustible del sol
quemando las alas de la vida!
Regresé del camino de la ilusión
tras la cortina lluviosa de las lágrimas.
Caminé sobre continentes antiguos
de sueños perdidos.
Amarrado en sus puertos
había barcos en cenizas humeantes.
Dejé en cada altar de sus mástiles
la bendición de un suspiro
y en el último
la rendición de mi espada.
Monté otra vez
con humildades nuevas
con tristeza dura/
con rumbo incierto/
El trote es leve.
Un río de manso fluir
sin medida del tiempo.
Sobre mi frente
caen sin cesar
(del oscuro arpegio de la noche)
guiños amables
de mis nuevas estrellas.
AUTOR: Juan Carlos Luis Rojas