Todo es uno. Hay un hilo conductor que relaciona a las partes con un todo. Pero las partes deben hallar una consciencia del Todo... Un poco de aquí y de allá.
martes, 19 de abril de 2022
Voces
Cantan con el sentir,
Voces que emergen vez tras vez,
Navegan buscando espacios
Te cantan a ti... a mi, a vosotros
Son los que modulan la música del espíritu.
martes, 6 de noviembre de 2018
Atavio de la noche
Te pienso
y canta mi pensamiento...
¡Que noches tan bellas
son las noches que te cobijan!
Noches que me dan alas...
susurros
caricias de brisa calma...
Alas con que vuelo
sobre columnas
de olas espumantes...
Caricias de sus brillos
que me anticipan
el dulce cantar de tus manos
haciéndo cielo
sobre las mías...
Esa noche que te posee
con sus encajes
de lujuriosas diademas,
con su cetro firme
correspondidos a la pasión
en el reino hospitalario
de Eros,
donde mi ego transita...
Allí tu falda luce
con lustres y geometrías
ciñendo tus muslos,
tus formas,
rincones de los altares,
en curvas diseñadas
de cóncavos y convexos,
en hidalguía de la hermosura.
Las cintas de raso...
de lazos relucientes
que te rodean
acarician,
ciñen, bellos domos
y tus dorsales...
alegorías son
de mis anhelos
rodando
en el vórtice azulado
de las tormentas.
¡Qué me dirán tus sueños
lejana fuente!...
Tus sueños que conozco
en su piel desnuda.
Tus sueños que intuyo
desde esos vientos
de mar y contramar
que nos azotan...
¿Tendrá acaso
algo más para decir...
una pequeña voz
lanzada
hacia esta yerma desolación
que de tanto saberte
amenaza su siembra
de un nuevo florecer?
Voy a traerte
en el amanecer de mis versos
sobre el atavío de la noche
en la cúspide floreciente
de la boreal aurora
donde tangible llegas
aquí
sobre la luz con que te miro,
aquí
alborotando espacios
sobre mi pecho,
cuando a mi boca,
dulcemente,
la silencias con tus besos.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
lunes, 20 de agosto de 2018
Es cierto
Los cristales están rotos
donde no se ven
las palabras ciegas
de mi corazón hundido.
Y aunque no creas
esto es cierto...
esto del amor y el tambor añicos...
Y es cierto que llueve
sobre estos cristales
aunque no llueva.
Puedes enterarte además/
que mi mente no teje fantasmas
que es cierto aquello del sentimiento/
que callan los truenos por dentro/
...Que pongo escaleras
sólo para alcanzarte.
Hasta aquí domino el silencio...
para que vivas...
¡Por Dios, nada menos!
Compruebo que es cierto...
Es cierto esto de la muerte lenta
donde entre nubosas agonías
las preguntas borbotean.
...¡Para qué mis versos
si no cantan en tu pecho!
Para qué
la luz/ del poema/
si no alumbra el verdadero.
Para qué...
Para qué mi siembra de colores
en las paredes...
cuando no sé si van tus ojos
a donde mi amor te habla.
No.
No es juego.
Son ciertas las preguntas
como esto que se clava en el pecho
sin sangrar la piel.
Bueno...
Como cierto es
esta lluvia buena del desahogo
que ahora sí
moja paredes y vidrieras...
y también mi rostro.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
martes, 29 de mayo de 2018
Sueño después del sueño
Pude soñarte
una vez más esta noche
y arden mis ojos
vueltos a la suave grama que transitas
cuando la inquietud interroga de inmediato.
¿Dónde estarás
cuando buscando la primera luz
se abren las ventanas de mi ser?
¿Luz de quién
entonces
será tu rostro?
Y en esta mañana que te pienso/
cuando pretendo distraerme
en el desenredo del silencio/
en esta mañana de ausencia y lejanía
¿Qué sentirá tu piel
qué tus manos
añoradas de mis dedos?
El boceto de esta niebla de otoño
divaga entre el recuerdo....
y es así que me ilumina
...pero extraño sin embargo
la danza discreta de tu andar...
el fuego rítmico que encendemos/
La flor de tus labios conjugada en la sonrisa.
Veo tu luz
en las sombras de la luz
adentrándose en mi alma/
con su brillo/
y la elocuencia completa de tu mirar.
Suena el ventanal de mi balcón...
son los suspiros descubro
que se derrumban juguetones con el viento.
¿Volverás quizás a cultivar
al menos
los surcos de mi calma solapada?...
Sólo me responden
el misterio gris de esta niebla
y el viento sibilante
que atenaza a las paredes
¡Qué terco el sentimiento
que deja este mensaje
como un puente sublimado/
un puente que se extiende
hacia la otra orilla ansiada del regreso!
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 4 de mayo de 2018
Promesa de ensueño
de tiempo y ternura
en la distancia...
El ensueño
en tus manos,
en las mías...
de nuestra mirada...
Albor
de brillante día...
El calor
de nuestras palabras...
promesa
de brotes
y verdores
perfumados de pasión.
a la piel del amor,
cómo verde hiedra,
trepando
en el frescor
de la esperanza.
¡tristeza!
El viento
del tiempo
se lo llevó,
a las estrellas
del olvido.
suele ser
que seca
la bendita lluvia,
y deja huellas
resecas
en los cañadones...
las miradas,
huyeron las palabras,
en lo recóndito
del ayer.
en la distancia
es un Sol,
que seca
impiadoso
la bendita savia
del amor...
y deja huellas
resecas
en las almas.
jueves, 15 de marzo de 2018
Olvido del mundo
Y era la realidad/
bajo lo umbroso
de nuestros sueños,
el acompasado latir
que empujaba la sed/
de cálidos torrentes...
Sí/
era la extensión
de piel sobre piel,
fusionadas/
fluyendo/
en ósmosis febril,
y susurros,
y cantares,
fraguando la eternidad
de nuestra dicha
en completo olvido
del mundo.
AUTOR: Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 9 de marzo de 2018
Musical
Musical
Fueron nuestros días
subrepticio canto del silencio.
Ronda de celestes sonoridades.
Completo programa de un concierto
de humildes himnos/
cantos/
e ignoradas tragedias bajo la piel
acrisolando el alma.
¡Y es así como suena la vida!
Este estanque en el Universo/
donde reverberan los ecos
de brillantes soles/
nubosos horizontes.
Agradezco tus sonrisas
(aunque abemoladas)
pasaron el riesgo de las cuerdas
que más no se pudo tensar.
Agradezco a tus manos/
Fortalecieron los bastiones de mi espíritu.
Este espíritu que envuelve
a un ángel veleidoso
que transmuta en aire de palabras
esta dicha sufriente de vivir.
Llevo en el diapasón de mis huesos
tu corazón
su pianissimo acorde
que sonó sobre mi piel
cuando aletargaba
sus espacios de suspiros.
Que me miren tus ojos...
que ya los míos...
tranquilos
en este prolongado calderón...
que no dice
cuál es el compás que sigue/
cuál el que empieza/
Podré ejecutar
en un rincón tal vez
este mordiente chispeante de mis ojos/
Se notará/
en la sonoridad rallentada de violines.
En el fondo de esta sala de armonías/
ya se dieron a silencio
las cajas oscuras de los bajos/
sólo el aire vacío suena
de las gaitas distendidas.
¿Ves/ oís/
la campanilla suave de mi sonrisa
que atornilla el aire
para calmar tus ojos
y la ansiedad dolorosa de tu pecho?
¡Mira, no son culpas
estos golpes de timbales en nuestros oídos!
Sólo son sones/
que tañen
los duendes musicales del aire.
Oye, es imposible parar
este concierto beethoveniano.
Golpes violentos del amor.
...el silencio también es música/
música que fluye
cósmica y terrena
en la voz profunda del alma.
...Miremos el arroyo
este sinuoso devenir del tiempo...
nada más, percibamos
el perfume abrillantado
en estas notas del concierto.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 22 de diciembre de 2017
Acariciándote
Un día lluvioso por aquí...
Si la lluvia
baja por tu piel
que sea un bálsamo,
acariciándote...
Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 1 de septiembre de 2017
Anden de los sueños
El prisma de la ventana
mece los colores de la luz/
La luz elige
los sillares resplandecientes
donde se impregna/
la perfumada piel
de la pasión.
Es así que nuestros huesos
saltean los peldaños de la angustia
porque se aviene
el placer vivo de amar.
Los cristales esconden
un murmullo de voces
que susurran en la penumbra
cuando acuña el aire/
del amor/
sus alas traviesas.
La prisa del mundo despega del andén
pero nuestros sueños...
¡Oh, nuestros sueños!
¡En viaje de placer van/
a ritmo loco/
en el latir del corazón!
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
sábado, 8 de julio de 2017
Piel y grafias
Con el brillo
de nuestros ojos
se camufla
y zambulle
en la piel
el deseo...
Anhelos de mar
la pasión
en nuestros cuerpos,
transita en su sed,
de fuego.
La noche calienta
sus figuras de sombras
mientra los ojos se miran
con luces verdes.
La mirada
se adentra
en el corazón
y habla
en caricias
y besos.
Agitada la sangre
en la respiración descansa,
modulada en susurros
y extasiados oídos.
Y mientras,
tu ternura
en la espera
que anhela...
¡cantan
mis manos
tus manos
y besos!...
Las mías
se pierden...
Tu senos...
¡fruicción!
poesía traviesa,
donde esperan
tus goces
en cada letra,
en cada ladera
de tus curva,
en cada centella
de mis dedos
navegando
sobre tus auras
tibias...
¡indecibles!
Piel y grafías
termales
latiendo.
En sueño
de no soñar,
su danzar,
la nieve
derritiendo
va al clamor
de jadeos,
frenesí
de cuerpos
y almas...
Las nuestras...
Desbocadas.
Fundidas
en el elixir,
¡cénit!
cielos
del amor.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=piel
jueves, 25 de mayo de 2017
Torbellino
Ahí viene...
Viene con la mirada...
la nuestra,
bajando sus banderas
en la ternura y el deseo...
el deseo sentido
de ser alma
fundida en el amor.
Ahí viene...
Viene con el calor
de nuestros rostros
que irradian destellos...
luz de pasión.
El roce voluptuoso
de sus auras
cantando a la vida...
Ahí viene
junto al calor anhelante
de los labios...
Cuando la respiración
se funde
en torbellino sensorial
y suspiros...
cuando la mirada
se pierde en el ensueño,
huyendo tras la cortina
de los ojos...
tras la emoción de sentir...
Y el mundo
se hace remoto,
ignorado.
Ahi viene...
Con sus labios latiendo
en el instante infinito...
Sellándose ,
en un punto donde convergen
la fuerza de la ternura
y la dulzura de la pasión...
Llega...
rindiéndose
y conquistando
sus tierras ensoñadas
adentrándose en sus mieles...
Escoltado de caricias va,
afianzado del placer
en cada rincón
de la piel
y de la vida...
Ahí viene...
Libando
en su cópula
de pasión
de placer
de amor,
el beso.
Viene con sus labios latiendo
en el instante infinito...
Sellándose ,
en un punto donde convergen
la fuerza de la ternura
y la dulzura de la pasión...
Llega...
rindiéndose
y conquistando
sus tierras ensoñadas
adentrándose en sus mieles...
Escoltado de caricias va,
afianzado del placer
en cada rincón
de la piel
y de la vida...
Ahí viene...
Libando,
en su cópula
de pasión,
de placer
de amor,
el beso.
Autor: Juan C. L. Rojas
lunes, 22 de mayo de 2017
Cornisa del amor
Corazón
no me digas que no...
La pasión ya está allí!!
Aún sin qué,
ni sin quién...
Porque yo sé,
lo percibo,
lo veo,
lo siento,
que te brota
por los poros de la piel.
A raudales desde tus ojos
en que me hundo...
Desde tu pelo,
que desgrana
como rocío vaporoso
del amanecer...
Desde tu sangre,
azuzando
a tus hormonas
desde los confines
de tu cuerpo...
y hay un galopar desbocado
bajando
en las ansias de tus torrentes
dibujando arabescos
en la cornisa del amor.
Autor: Juan C. L. Rojas
https://todo-es-uno.blogspot.com.ar/search?q=amor+
jueves, 11 de mayo de 2017
Navegante
Tatuada esta imagen en la piel del aire.
Estampada en la pared.
Diluida en la niebla del ocaso.
Perdida en salamandras del invierno.
Este ser amanecido de las ruinas
que se vierte cual zombi
en la voluntad de la aurora.
Esquiva los peñascos
sobre estos valles engañosos.
Se arroja a veces
a los abismos de la suerte,
y en otras luces
ajustando el cuadrante de antaño
ante sus ojos/
¡acaso pariere el horizonte
nuevos continentes y esplendores!
Navegante soy
de otoños derrumbados
donde lo azul se mece
en primaveras memoradas.
Sigo abriendo por lo bajo
las claves de cantares silenciosos
en la partitura extrema que resuena
de blancas lentas
o danzantes semifusas.
Ignoto espíritu
donde no existen las pompas
de prietos anaqueles...
Arrogante de ternuras
en la siembra esquiva del amor.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
martes, 11 de abril de 2017
Alumbrando penumbras
Pude llegar esta tarde
a mi rincón de bohemias deshiladas...
después de despedirte...
Luego de vorágines ardientes ¿verdad?
En los lazos de la pasión y del amor.
Suspiro ahora ensueños
de arpas y guaranias.
Respiro poemas/
y música que sublima los anhelos.
Siento tu voz diaria rondando mi sien/
invitándome a callar/
a silenciar el grito ardiente
que estalla en mi pecho.
¡Oh, ingenua y dulce!...
¿Le pides calma
al corazón que no sabe olvidarte?...
El va más allá de su sangre
y de nuestros cuerpos/
Más allá de las fronteras
de llamas y torrentes inflamados.
Oh, mujer
como a un niño, que no sueñe
no le pidas al poeta que no sienta.
Trituro mi nostalgia
cuando espera un milagro
la esperanza obsecada/
Pero... acopia incertidumbre mi pasión.
¿Recuerda tu cuerpo a mis brazos?
¿Me recuerdas murmurándote al oído
sintiendo tu corazón golpe a golpe
tu piel palmo a palmo, lo recuerdas?
Se enrojece la tarde
matizada de nubes azules.
La calidez de una brisa
trae fantasmas de ternura/
horas del disfrute/
cotidiano trajín aderezado en el amor...
¡Es allí donde supimos con certeza
de nuestro gozo subrepticio...
alumbrando en las penumbras.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
viernes, 24 de marzo de 2017
Heridas y derrotas
Hiere el adiós
como un hacha etérea/
Cuando cae su filo
invisible y cruel.
Se deslizan entre sí las manos
/rozándose/
hasta el último contacto
en la punta de sus dedos...
/despidiéndose/
Sólo un café amargo queda
para endulzar esta melancolía.
La ansiedad construye
sus alas temblorosas
que torna a la ternura
torpe y sin sentido.
Cuando se aquietan mis manos
frías y distantes de tu piel
no sé si es tal su conquista
como el derecho de mis dedos
en tus senos solazarse.
¿Por qué estos pasos míos/ tercos/
van con vos hacia la cima incierta
si yo bien sé
que volverán rodando en la pendiente
tras el golpe cruel de lo imposible?
Eslabones perdidos de historias quedan
en la cadena de la vida/
Suenan/
como heridas y derrotas
y como siempre... ¿hasta cuándo?
El débil cordón de plata que nos une
se funde cada tarde
en la flama dolorosa del adiós.
¿Es sólo fugaz aventura de un sueño
lo que me marcan tus ojos
cuando juegan su ironía en la sonrisa?
Arremete a veces el secreto punzante
de tu palabra abrupta y callada/
¿Me dice, acaso, su silencio
lo superfluo...
lo imposible de este amor?
Autor: Juan C. L. Rojas
Canto del amante
Canto azul del amante
que se vierte en las horas/
con destellos escondidos
de festivas alboradas.
En un puño lleva
la felicidad de un sueño
y en el otro
tristezas infinitas.
Cunden impotencias
de alegrías que se truncan/
abruptas/
sobre el corazón cansado.
Envejecer en juventud
es la consigna/
con una bandera a cuestas
de obcecadas esperanzas.
Suelen quedar melancolías
tras el café que se esfuma
y la ironía de la lluvia
que empapa de nostalgias.
Es por el amor/
que este ser resigna
epopeyas de auroras/
y es por el amor/
que puede cantarte
el sentimiento de su piel
y de su sangre.
Navego en el recuerdo de esta luz
que me exilia del mundo
para dormirme
en el laurel soñado de tu cuerpo/
para ver que nuestras sombras...
mutuas deambulan
y se encuentran
para estrecharse
en el rincón fugaz
de los abrazos.
Se arrebujan las fragancias/
de estas flores ardientes
en los continentes desesperados
del amor.
Me dejo caer
como libre plumón
de ave en cenizas.
Arranco el corazón
y las alas de un sueño.
Arranco esta voz de Romeo
y susurros dolientes.
Arranco este sentir
que sigue aún
latiendo en la piel.
Me dejo caer
ahora
como plumón sin dueño/
despojado
del aliento
y del llanto.
Autor: Juan C. L. Rojas
domingo, 12 de marzo de 2017
Tus manos
son tus manos.
Canción que suena
a luchas y refugios.
Letradas son/
de fríos
y auras otoñales.
Adalides/
que husmean la tristeza
de estos hombros.
Piel de lo profundo
que distiende la crispación
de mis propias manos.
planchan
el cuello de mi camisa.
Corrigen/
el descuido bohemio
de mi pelo.
Tal vez juegan a la ternura
tus manos/
¿Será su juego
la esencia del amor?
torpes de bellezas
cuando caen sobre mi espalda
levantando mi sonrisa.
Pabellones de universo las mías
que huelen a riachuelos
y a barro.
Hundidas semillas las tuyas
ocultas/
en el misterio de amar.
a la transparencia azul
de mi aliento.
de abrevada tierra.
Canción que dulce suena.
Hiedra/
que sutil su piel bifurca
en las almas...
¡de estos!
mis muros sedientos.
martes, 20 de diciembre de 2016
En un sin fin
cuando pasas...
cuando ante ellos,
entre el aire rozas tu cuerpo...
que dibuja sus tiernos senderos
en estas tierras
donde alguien te canta lejano.
sonríen tus ojos
y me hieren dulcemente
si me atengo
a su clara faz
de lago transparente.
cuando se adentra en la tuya...
No sé qué festiva visión
imaginan mis sueños..
Sólo te miro...
Como aletargando mis días,
mis horas,
mi muerte...
Y la poesía es quererte
que es lo mismo que soñar
que resulta tangible el vivir...
de ángel y demonio,
por decirlo así,
para este pensamiento
de bardo y romancero...
y es por eso
que pierdo la voz
que desorbita acaso
de mundos racionales?
tantas veces,
a las alas del rocío
insufladas de azahares...
y querrás beberla
de una sola inspiración...
Cobrarás consciencia
que tus ojos hondos
estallan felices,
en el brillo misterioso
de esa oscuridad
donde sueñas...
Debes saberlo entonces,
que sólo es mi pecho
que te envuelve,
que te cubre
cual un raro universo
de anhelos fervientes
que en la fuente palpitante
se acrisola...
y voluptuosa
se abre,
deliciosa y susurrante
en el ávido beso...
¡Amalgama es!
de formas concurrentes,
de cóncavos y convexos
recurrentes
que hienden,
succionan,
transitan,
bajo las auras
de tu piel,
de la mía...
Sedientas,
suben
bajan
por montes
y manantiales
consumiendo
en un sin fin
los más caros deleites
abriéndose
a la libertad
de aire
de fuego
de pasión y simiente.
lunes, 28 de noviembre de 2016
Simple
ni fortuita
ni gratis
la defección que siembra la indolencia del espíritu.
Tarde o temprano
brotará la semilla de su mal.
Es porque no piensa con el corazón
que el mundo cae en el raciocinio de su muerte.
Su necia picardía
guarda el escrúpulo en los cofres del cinismo.
Todavía desierto de amor/
fustiga sangre el andar de los hombres.
Se creen sabios/
y enseñan malabares a robots
en el campo sideral de atónitas estrellas...
pero sus almas no saben volar.
Pareciera vano finalmente
el hechizo que nos brinda
la floresta colorida en el desierto.
Es así/ que revuelto en penurias combativas
danza este follaje amarillento/
de quien fue quitando verdores
el hollín y la flama
del ardiente vivir.
¡Pero es simple el remedio, sin embargo!...
¡Simple!
Como una gramilla extendida
sobre la piel de la tierra.
Es sólo saber sentir/
para comprender a las voces
que suenan en estos ojos.
De toda esta...
crudeza de la desidia
me desahogo a veces mirando a los nidales/
Donde los picos besan
al amor
vestido de plumones...
y veo a la lluvia/
generosa/
alimentando a la semilla.
También te miro/
y aunque nos crean en el altar de la locura
deja que sea inseminada de estrellas
la cuenca florecida de tu cuerpo.
Embriaga tu corazón de sentimientos/
para que estalle
en cada poro de tu piel/
para dulcificar simplemente
/como lo hacen tus ojos/
este ácimo pan
que nos toca vivir.
Autor: Juan Carlos Luis Rojas
domingo, 2 de octubre de 2016
Tangible
con su pregón de esperanzas
en ese lejano horizonte
mientras te pienso.
de una estrella
¿Tu mirar acaso?...
donde acrisolas mil soles
tras la sombra misteriosa
de tu ser.
que tu luz permanece
y enciende a la mía
con la magia de su flama...
y se derrama
en fluida lumbre
con mi ser,
con todo mi yo
donde me expando
sobre tu piel,
sobre tu pecho,
¡así!
fundido
vertiéndome
en tus valles
recorriendo,
bajando,
sobre las tibias
laderas de tus montes...
Adentrarme en los arroyos
en tus torrentes
hacia el canal mayor
de tus venas.
y que en mi vivas
anidando un susurro de voces
que alertan nuestros oídos
que palpitan
cabalgando al son
navegando
agitando ríos
hacia el súmun
donde se deleitan
los anchos mares
del amor
del sueño
que tangible
convierte el vivir.